miércoles, 22 de septiembre de 2010

SE HACEN VERSOS POR ENCARGO

Colgó en su puerta un cartel
como si fuese modista, ate-ese o quiromante.
Pero sólo era poeta.
Sobre cartulina blanca, imitando letra inglesa,
El cartel decía así:
“SE HACEN VERSOS POR ENCARGO Y A MEDIDA
RAZÓN AQUÍ.”
Y se sentó a ver la vida sin ver a nadie venir.

Y a falta de parroquianos, fue su clienta más fiel y más devota.
Se escribe versos profanos, se dedica las lisonjas que nadie le pide nunca,
y se mantiene a la espera, aún paciente,
esperando que un cliente le pida un verso, un pareado, una estrofa…

Desde hace mucho tiempo, por sentir que alguien la llama,
golpea con los nudillos en la puerta antes de abrir.

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