
Seré un reguero de palabras que se fueron dejando en el olvido
como en cualquier camino se siembran las migajas de algún sudor extraño
que nos baña, o el lento amanecer de los girasoles despertando a la vida.
Seré caricatura y aprenderé a soñar que he sido, imaginando
lo que pudiera ser de haber podido no ser caricatura,
garabato que dibuja estrellas sin modelo,
que recoge luciérnagas sin brillo
y sacude el hollín de lo que fue un corazón que se quemó hace tiempo.
Y seré la ceniza de ese corazón, las voces sin palabras que murieron sin riego,
la corteza del árbol y la parodia de lo que alguien sin tino dibujó en el aire.
que maravilla, en lo que nos convertimos, a veces sin remedio...
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