martes, 31 de agosto de 2010

TORMENTA DEL DESIERTO

Este José María de porte tan mundano,
tan sobrio él, pedante y altanero,
que igual que sin decoro nos habla castellano,
latín, francés, inglés americano o portugués;
que estuvo a punto de aprender el catalán hablado
y que sin despeinarse nos solucciona el griego
más arcaico, es el hombre fugaz que hace cinco años
borró de todos los idiomas la palabra PAZ
y la sustituyó por otra que fue toda su todo su afán,
su argot, su dicionario...

Y hoy sigue por ahí mofándose de todos,
tan feliz, tan cordial,tan atrozmente melenudo,
aparentando ser, perfeccionando idiomas,
practicando el cinismo que aprendió,
incitando a más guerras, pregonando alabanzas
sobre su amigo Bush, criticando de exótismo cultural
el triunfo de Obama, torciéndose el bigote en un mohín
más parecido a don Tancredo figurín
que a un hombre de Estado que nos estuvo gobernando.

Estuvo a punto de convertirse en dios,
y al no poder, a pesar de haber estado trabajando en ello,
nos confesó, muy serio él, pedante y altanero,
que el mismo Dios le habló de retirada.

Pero antes de marcharse nos dejó una herencia;
los muertos, la impotencia, la locura.
En Irak aún no acabaron de morir todos los muertos.
No terminaron de limpiar toda la sangre.
Pero el sigue por ahí erre que erre,
mordiendo a dentelladas, contaminando el aire.
Tan feliz, tan ufano y tan contento.
Soplando viento sobre las ascuas del polvorín.
Hablando con misiles desde su lengua múltiple asesina,
y trabajando en ello como un obrero perfecciona la guerra
para salir indemne de entre todos los muertos.

LLEGAR, VOLVER



Llegar, volver a ti desde aquélla inocencia,
por aquellos caminos desprovistos de miedo
y mirarte tranquila, emocionada,
como si descubriera el primer brillo de una estrella.

Retroceder a ti después de todo, antes de nada,
con el paso medido de quien sabe que no le sobra tiempo,
que tampoco le falta…

Llegar a ti con la memoria herida,
con las manos cerradas,
con horario vuelto buscando coincidencias,
tropezando en olvidos, recalando por fin en tu mirada.

Volver a ti volando como al único puerto permitido
como a la única luz que se quedó encendida,
como a la única atmósfera habitable…

Llegar, volver a ti será como volver a recobrar la vida.
Será como morir para vivir en ti toda la muerte.

RECUENTO



Me quedan algunas cartas que escribir
y hacer algunas confesiones que retuve por miedo
o avaricia de no darlo todo estando a tiempo.

Me queda solicitar perdón, esperar una disculpa
y hacer alguna que otra aclaración
para dejar todas mis cuentas claras.

A mí tal vez me tengan que justificar algún olvido,
razonarme los motivos de todos los silencios
o seguir silenciando el descuido y la omisión.

Pero todo cuanto deben lo borré de mis libros
y no queda constancia de la deuda.
Que nadie tenga prisa por devolver los besos,
por llenar el vacío que se adivina eterno
por llamar a mi puerta
y sentarse conmigo a proyectar el tiempo
y tomarme las manos
y platicar del día infinitamente lento que se aleja…

lunes, 30 de agosto de 2010

LAS TRISTES VENTANAS (En el parque)




Las tristes ventanas abiertas a la tarde triste,
los inocentes soliloquios de la tarde que apagan los rumores
y una risa aislada, inofensiva, y el trino lejano de algún pájaro soso
de plumaje anodino, y una pareja que se finge enamorada,
y los raquíticos pinos sostenidos apenas por los débiles tallos
esperando crecer para ofrecer más sombra y ser más cotizados,
y un cielo que se pierde a la altura del suelo, demasiado cerca de las manos
esperando tocarlas…

Algunos que se internan arrogantes con paso decidido
se pierden de mi vista en un instante y pasan al olvido.
los presiento en un umbral aparte, lo mismo que esos trinos
que llegan del silencio, desde el origen fantasmal de los destinos.

Desde aquí, clamando por clamar, como ese gorrión que aspira a ruiseñor
de bello canto, me gustaría volar,
pero apenas si levanto la voz a ras de suelo
mientras mis pies arrastran un cansancio de muerte prometida.

Me gustaría ser pez, para nadar
y alga para pegarme a las orillas
y buitre para saciarme de carroña.
Pero apenas puedo ser lo que aún no soy:
ni la nube ni el mar. Ni el burro ni la noria.

NOCHE DE VERANO



Afuera quema. El aire lleva restos de metralla
camuflada en aliento subversivo
que brota del infierno como si fuera fuego.

De la luna se escapan lánguidas amapolas fluorescentes
que vienen a dormir sobre mis párpados
y los cierra al amparo de una noche apagada.

Que el silencio es olvido dicen los que saben
de olvidos y silencios. Pero el silencio es solo
un estado en vigilia, un duermevela, un lento
desgarro de la palabra que espera un gesto
para salir de cuentas, pedir auxilio, cantar, pedir perdón,
clamar justicia.

Y el olvido es negar la vivencia y olvidar que has vivido.

domingo, 29 de agosto de 2010

EL GREMIO DE LOS SOLOS -(2ª PARTE. final)





Porqué al pensar en ti elijo estas palabras
Y no aquéllas que glosan tu lucha comunera
Es algo que seguro no compartes ni comprendas,
Pero afirmo, aunque discrepes de ello con vehemencia,
Que un día serás del Gremio de los Solos por mucho que no quieras,
Aunque sólo te ofrezcas en la anónima compañía del tumulto,
Y potencies la entrega cuando el fin es común y el bien acumulado.
Aquéllos conciliados en guerras de guerrillas
Que desconocen el favor de dar a otros un poco de su miedo
Y sólo saben darse en avalancha,
Olvidan compartir el dolor cuando se vuelve opresivo
Y ofrecerse al amigo sin reservas de ciego,
Mueren solos llorando ante un dolor inédito
Que acorrala su fe y los deja para siempre malheridos.

Por eso, al Ser que se entretiene y se despista
Ignorando su admisión al Gremio de los Solos
Tenemos el deber de recordarles que un Hombre solo, una Mujer,
No serán solo polvo, solo larva.
Y decirles, cuando la duda se argumente represiva:
Confía en mí, ven, no temas nada pues no te quiero mal.
Sólo te tengo bajo el punto de mira de mi alma.
Pero aún, y a pesar de todo eso, y aunque nunca te haga falta mi palabra,
Escucha lo que a Julia le dijo Goytisolo:

“Nunca te entregues ni te apartes junto al camino,
No digas nunca “no puedo más y aquí me quedo”…”

Tú no te quedes. Nunca.



(Nota: Este poema lo escribí hace algo así como veinte años. De vez en cuando sigo hablando como Goytisolo al misnmo tiempo que me creo Julia. Lo dediqué a alguien que no perteneció nunca al "Gremio de los solos", aunque a mí sí tuvo que decirme muchas veces, "nunca te entregues ni te apartes..."

EL GREMIO DE LOS SOLOS 1ª parte



El gremio de los solos

(“Un hombre sólo, una mujer, así tomados de uno en uno
Son como polvo, no son nada….”)

Para la luchadora por derechos colectivos
Defensora de etnias y de restos grupales,
¿Qué es la soledad del individuo, su llanto sólo,
Su barco desdichado bogando a la deriva…?

(“Pero tú siempre acuérdate de lo que un día yo escribí
Pensando en ti, como ahora pienso…”)

,,,Como ahora pienso, como pensaba ayer
Y pensaré mañana. Yo siempre me mantengo. Un Hombre sólo, una Mujer,
No serán como polvo, no serán una Nada perdida en el espacio.
Un Hombre sólo, una Mujer, cuando se mueven solos,
Cuando no pertenecen al culto de una iglesia ni participan de un rito colectivo,
Cuando no son los explotados de una empresa,
Y cuando su lucha sola se queda sin testigos;
Un Hombre solo, una Mujer
Cuando se mueven solos no son desarraigados ni son seres extintos.
Tal vez equivocados, ilusorios, se dejan ver del brazo de la vida
Sin insignias, sin marcas, sin doctrinas junto a la impávida luz de su autarquía
Y sin quererlo, acaso, se integran en un gremio selectivo.
El gremio de los Solos es una sociedad sin decadencia
Que no paga tributos al Estado
Que no recibe beneficios ni prebendas
Ni se mueve por un motivo interesado.
Pertenecen a un Tu/Yo deliberado y se ofrecen de forma gratuita,
Carecen de estatutos, sus leyes son dictadas sin la prisa,
Y su campo de acción es ilimitado.
Un Hombre sólo, una Mujer, no serán solo polvo, no serán solo larva.
Son parte de un delirio colectivo y parte irremediable de una vida.
El ademán aislado que impide el movimiento,
La partícula de átomo que fija el engranaje.

sábado, 28 de agosto de 2010

¿Que cara he de ponerle a la aventura de vivir otra jornada?



LA VIEJA ACTRIZ DEL CABARET

Cuando me pongo en marcha cada día
después de los ajustes óseos necesarios,
la ablución, los distintos engrases y las gárgaras,
después de tantas dudas como de tanto miedo
y de tantas miradas ante el espejo
que no refleja nada más que miedo;
después de tantas arrugas como de tantos días,
tengo que decidir quién he de ser cada jornada.
Maquillarme según las circunstancias, aceptar las sugerencias
del momento que invitan impulsándome a vivir como un torrente
o a dejarme caer por la pendiente con el mismo silencio
e idéntica desgana.

Dos pequeños cañones de luz me sombrean la cara
y dibujan un perfil intermitente, difuminado y vago
dejando ver solo cicatrices que quedan clavadas en mi piel
y anulan el adorno pueril de la pintura.

Y ante el espejo que ensaya mi mirada, pregunto indiferente
como una vieja actriz que se sabe olvidada
igual que cada día,
“¿Quién tengo que ser hoy?”
“¿Qué cara he de ponerle a la insistencia de vivir otra jornada?”


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INÚTILES ESFUERZOS




La casa se me cae
sobre el techo acristalado de las gafas

las paredes se inclinan
como borrachos torpes sin saber a qué asirse

los marcos torcidos
de puertas y ventanas mueren a la luz de la tragedia

los muebles han perdido
el barniz, la gloria industrial de la madera cara

en el jardín
no quedan setos geranios ni tristezas. No queda nada.

Me siento en el umbral
por ver si los cimientos se hunden definitivamente

en los inviernos crudos que olvidan los veranos
cuando nadie sabía que existieran.

viernes, 27 de agosto de 2010

DIÁSPORA




Llegábamos de abajo, del fondo de un lugar
al que los golpes vuelven amortiguados
y los ruidos tan solo son rumores
y el viento que ruge huracanado
al regresar se ha convertido en brisa.

Llegábamos cansados y nos dolía la luz,
y nos crujían los gritos y los claxon
y en los ojos nos escocía la soledad
cercada de tantas soledades y ruidos.

Andábamos perdidos por las avenidas,
tristes y oscuros deslumbrados de chispa y colorido
llamábamos a gritos algo amigo y lejano
y ocultábamos el miedo tras las bocas ansiosas
que devoraban hambre.

Y fuimos diferentes aquí arriba.
No más libres ni hermosos ni felices.
Sólo fuimos distintos, diferentes, discordantes.
Fuimos otros.

Don Francisco de Quevedo

Me gusta él, su desvergonzada y exquisita frescura, su fina ironía, su descaro que no mancha aunque lo diga todo soneto tras soneto, machacando en versos imposibles.


ESO NO TE LO DIGO




La costumbre que tengo de mirarte despacio en las mañanas,
de preparar la luz, de oler tu sueño,
de tocarte la piel por la raíz del bello
y ver tu escalofrío erguido entre las sábanas

La costumbre que tengo de sentirte mi dios no te la digo
ni te digo que sé de cada pliegue de tu labio fruncido
ni de cuándo tu cuerpo se girará fecundo
para buscar mi tierra y abonarla.
Lo sé todo de ti, pero no te lo digo.

Solo dormido eres mi dios amado y requerido
y solo mientras duermes te poseo al completo.
Después eres tan solo un hombre cargado de razones,
de orgullo, de trabajo, de inmensidad, de soledad y miedo.

jueves, 26 de agosto de 2010

Luis Cernuda - OSADÍA




CERNUDA


Seguís ahí, amores de mi Invierno presentido?...
Yo siento vuestro aliento en los húmedos besos
cuando el dolor por la ausencia suministra el insomnio
y en la umbría de la triste amanecida me acongojo soñando

que os veo. Os desconozco en todas las miradas y os encuentro
en cada amor que di por concluido. Me perseguís encadenados
como fantasmas sin huellas reflejados en la pisada de mi miedo,
ocultos en la sola y sospechada despedida.

“Adiós, dulces amantes invisibles,
Siento no haber dormido en vuestros brazos.
Vine por esos besos solamente.
Guardad los labios por si vuelvo.”

(Loa últimos versos pertenecen a un poema del Poeta, sobre el que están basados los anteriores)

Versos como clavos





Hay versos que se escriben cuando se han acabado las palabras,
saludos que significan despedidas,
recuerdos que avergüenzan la memoria y sonrojan la piel
por los fondos angostos de la herida.
Hay músicas que suenan sin escuchar al músico tocando
y voces y sonidos y estrategias
que solo conocemos después de equivocarnos otra vez,
y lugares vividos que nunca conocemos
y amores olvidados que no curamos nunca.
Y llenamos vacíos que ocupan inanimados la apatía
y acoplamos los dedos para hacer artesanía de algún fuego
y nos quemamos.
Todos alguna vez hemos pensado
que era mejor no habernos levantado de la cama aquél día.

Pero andamos aquél día por la vida
y a la vida, nunca sabe por qué, a veces se le va la mano.

Una visita




hoy han venido a visitarme los recuerdos.
Los he visto llegar desde detrás del mundo
repartidos entre los puntos cardinales
como caballos de Troya audaces, vengativos.

Cada imagen de ayer era una sombra espesa que
se asombraba al ver cuánto ha cambiado el mundo.
La nostalgia se fue quedando siempre rezagada
en un tiempo pasado sin vistas al futuro.

Adivino lo que será de cada signo vencido sin remedio.
En estos años ha cambiado tanto el mundo…dicen los viejos.
Para batirnos en duelo contra el frio echamos al fuego
palabras en desuso como estacas y las cenizas las rescatan del olvido.
Y volvemos contra el calor al antiguo remedio del fresco en los zaguanes
y bebemos el agua invisible y remota, imposible olvidar, de los botijos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

en el mundo no hay lugar tan seguro como mi propio sueño
para darte escondite. En mi sueño, en mi escote, en mi garganta,
en la curva del codo cuando dobla hacia dentro,
en una de las pliegues de la frente, en un momento de distracción,
en un dolor cautivo, en un suspiro que es como la vocación
de una monja,
-austero, extinto, inexplicable-

Te escondo. No sé por qué te escondo.
Lo lamento.