viernes, 5 de noviembre de 2010

LA MITAD DE MI AIRE ESTÁ DONDE RESPIRAS


La mitad de mi aire está donde respiras
la mitad de mi sueño donde vives tus sueños que son mis pesadillas,
la mitad de mi vida está donde tu vives,
por donde tú te mueves yo entretengo el rastro de mis huellas
y tropiezo con rostros y piedras que me son conocidas.
Y tengo que aprender a no pensar en ti,
huir cuando te acercas a mi memoria,
cambiar de barrio, habitar otra ciudad, tener otros horarios.
Tal vez cambiar al perro por un gato que no necesita salir a recibir el aire,
o tener dos jilgueros o un par de periquitos o un canario…


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3 comentarios:

  1. ¿Por qué me lees el pensamiento? Me ha entrado un escalofrío tremendo cuando he leído esto.

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  2. Después vendrá un estudioso de la obra de la autora y dirá sabrá dios qué cosas relacionadas con sus poemas, su obra y su vida. Mentira, todo mentira. No te creas nada cuando lees a uno de estos diciendo lo que yo estaba pensando o sintiendo cuando escribía esto o aquéllo. Los poetas somos unos grandes mentirosos.

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  3. A ver, a mí no me importa si mientes o sientes, o escribes porque sí, amí lo que me pone los pelos de punta es que a veces, no siempre, pongas aquí, en este tu blog, y un poco mío ya, cosas que me están pasando, que estoy sintiendo yo. Y este poema parece que lo has puesto aposta para recordarme que tengo que huir, que no debo pensar y que me tengo que cambiar de barrio, de ciudad y de vida. Aunque la mitad de todo lo que he amado se pierda por ahí, y así pueda dejar de hacerme daño.
    Lo que no cambio es el perro. Jajajaja.

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