viernes, 23 de diciembre de 2011

LA GENTE SE LO TOMA CON CERVEZA


Yo me morí hace tiempo
pero sigo recibiendo noticias de aquel mundo.

Me cuentan que se sigue consumiendo coca y coca cola,
y que en la cola del paro siguen estando los mismos
que estaban tan tristes y tan solos, tan acostumbrados.
Que la gente sigue yendo a la playa,
sigue yendo a la moda,
sigue estando de moda la demodé caduca
de hablar de tiempos muertos o tiempos soleados,
o hablar quitando estatuas al abecedario.
Me cuentan (y esto no lo dicen los diarios)
que del Urdangarin ya nunca más se supo nada,
que el estado español sigue votando a ciegas,
que los bancos no han reventado todavía,
que nunca reventarán, que el pueblo llano
sigue gastando en fuegos de artificios y que los sindicatos
sindican menos que los curas de pueblo en el vaticano.

Me dicen, y yo no sé si creerme tanta historia,
que quedaron anuladas por decreto las leyes
en las que se basaban las memoria de ayer,
que todos los privilegios de los pobres se acabaron,
que la cruz de los caídos siguió albergando ira
y que dios dejó sus asuntos en las manos
de media docena de criados afines, leales, timoratos.
Y también me han contado mis noticias
que los muertos seguimos estando más muertos todavía
y los vivos cada día son más vivos, más listos y despiertos
y están más enterados de todo cuanto sucede.

Y me dicen que la gente se lo toma con cerveza
y con calma.

Yo ya morí hace tiempo. Crío malvas
en un rincón oscuro de un sucio cementerio
a donde las hormigas vienen a darme noticias
de aquel mundo.
Me dicen que las víctimas siguen siendo las mismas.
Que todo sigue igual, que no me perdí nada,
que dios no apareció,
que de mis huesos ya no se acuerda nadie.



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3 comentarios:

  1. Esto se llama caña y no precisamente de cerveza.
    Impactada y con la boca llena de hormigas te dejo un beso.

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  2. Pues yo que creía que lo único bueno que tiene el morirse es dejar de penar por toda esta debacle de la tierra nuestra. Y ahora vas tú y me dices que las hormigas se chivan y no te dejan descansar en paz. Será por eso que prefiero me incineren, así ni hormigas ni leches vendrán a soliviantarme.

    No has dejado títere con cabeza, Lola. Vamos, que has tocado todos los palos (¡menudos palos!)

    Besossss

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