Yo,
María dolores Almeida,
natural de un país llamado Humilladero
(antes España)
mayor de edad para tomar decisiones
y votar a quien me de la gana,
para pedir limosna o soportar las leyes,
libre para opinar y maldecir,
capaz de ser mal hablada
y entrar en paroxismo ante vuestra insolencia,
Solemnemente
os declaro insolventes
para seguir gestionando mi futuro.
Y exijo que inmediatamente
sean repuestos en sus ordinales sitios
los artículos de la constitución
que hablan de mis derechos.
Vivienda, trabajo, educación,
sanidad,
orgullo,
dignidad.
Todo lo que está siendo abolido
con su inoperante soberbia acostumbrada.
Lo que llena de indignación
pongo en su conocimiento
aunque la desvergüenza
que os otorga la mayoría que os votó
os impida escuchar la voz del pueblo.
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