domingo, 2 de septiembre de 2012

LAS PALABRAS



Las palabras cambian con el tiempo, claudican,
envejecen o se hacen crueles y aprenden a hacer daño.

Mas no son las palabras por si solas
quienes cambian verdad por fingimiento,
amor por desamor, interés por desprecio.

Es la boca del hombre

y entre tanto discurso insensato y patraña,
las palabras se arrastran malheridas

mi vocabulario tiene el síndrome amargo de Diógenes
y guarda las palabras que encuentra por la calle
sucias de polvo, manchadas de grosería y maquillaje,
envilecidas por el uso nefasto del político soez
y miserable que la ensucia sin miedo.

Recojo estas palabras que han cambiado de color
y les doy un lugar donde pasar la noche

tienen miedo y las uñas manchadas
con el estigma gris de la mentira,
dicen que quieren decir lo que no dicen,
no dicen lo que más tarde aseguran que dijeron.

No sé en qué se han convertido esas palabras
que ya no dicen nada, solo mienten
o cambian su mensaje, perforan el principio de su etimología.

Habrá que hacer un nuevo diccionario
donde solo “disfraz, simulación, falacia,
fraude, apariencia, engaño”, indiquen el convenio vulgar
y la mentira.

Y luego, las palabras amables con las que aprendí a hablar.
Con las que digo amor, amigo, trigo, paz, besos y hago versos.



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1 comentario:

  1. Las palabras son y siguen siendo las mismas de siempre, son el hombre/mujer los que las manchan con sus mentiras y egoismo personal.

    Besos

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