sábado, 4 de febrero de 2012
FRÍO SIBERIANO
Febrero se estrenó en el calendario
mirándonos desde la frialdad de la dura estalactita.
Nos avisaron de una ola de frio siberiano,
y se hace urgente, nos dicen las noticias de la radio,
acoplar nuevas plazas
en los albergues que acogen indigentes
y en los bajos del puente,
que es donde suelen acampar los indignados,
echar más caldo en el puchero y poner más cucharas
y llenar los asilos de buenos voluntarios
que vayan a atender necesidades.
Se hace urgente repasar
el flujo de sangre que llega al corazón
y la capacidad de aire que alberga los pulmones
y la fuerza mental que tiene la razón
para soportar lo que nos va a llegar
al lugar donde se alojan todas las emociones
para no maldecir con voz de trueno.
Tapémonos la sangre, que hace frío.
Y este frío siberiano que no llega del este
nos congela la vida,
nos deja sin aliento, nos devuelve a los tiempos
de otra era glacial
en la que el miedo nos congelaba
la voz en el suburbio
oscuro de la noche.
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Febrero, ese mes impersonal que está a caballo entre el invierno y la primavera. Lo pusieron en el almanaque el último, por eso tiene menos días.
ResponderEliminarBesos
Que curioso esto, ¿es cierto que a febrero lo pusieron ahí de esa forma? Pues será que por eso yo ando desubicada.
EliminarGracias, José Manuel
"Tapémonos la sangre ,que hace frío"...
ResponderEliminarUn verso para enmarcarlo.
Este tiempo también me desubica
Un beso