viernes, 17 de septiembre de 2010

YO SOÑABA.... (Como todo mortal, yo soñaba)




Yo soñaba…
Me acostumbré a soñar desde pequeña
escondiéndome huraña de crudas realidades
que estaban llamando siempre a nuestra puerta,
y huía de las verdades sucias ligera, muy ligera.
Lo hacía sin decoro, con descaro, todos los días y continuamente,
como si viviese en un mundo imaginario tan real como este.
Me llamaban la loca, y yo seguía.
Y en mi mundo ireal, solucionaba el mundo de verdad en un despliegue
infantil de fantasía y la tierra era un estadio de paz infranqueable
para las torpes aspiraciones de la guerra.
Todos los hombres y mujeres, los niños, la gente en general
desconocían el miedo, y todos estaban vacunados
contra posibles y futuros desastres terrestres y virtuales.
Los tiranos estaban anulados por decreto
y el hambre, la enfermedad y el abandono eran piezas abolidas de un plumazo.
Ni una sola duda ni una orden tenían poder para anular la paz por un segundo.

Más tarde, con la edad, los sueños y los años fueron en simetría
y me sentaba en la silla mecedora a la hora de la siesta, amodorrada,
y con las mismas fuerzas y las mismas ganas
le arreglaba la vida a los vecinos y le deba soluciones al gobierno
y creaba cien puestos de trabajo antes de que mis ojos se cerraran.

Después, cuando todo estaba encarrilado,
cruzaba las manos sobre el vientre, me quitaba las gafas, me dormía...

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