¡Que extraño el silencio provocador, altivo,
que impera en esta sala desnutrida de luz
de donde parece que se escapó la vida!
¡Que extraña la distancia que me separa apenas
de la voz de la calle por un hilo de seda
mientras parece una barrera alta, infranqueable!
¡Que extraña la presencia de la otra soledad
en la otra sala, con los otros fantasmas,
en otra dimensión, con otro escalofrío, en otra cama!
Este poema ya lo había leído, muchas veces porque me lo guardé. Me pone los pelos de punta Lola.
ResponderEliminar¿Cómo va ese libro?
Estoy recopilando cosas, aún no concreté nada. Mañana me voy a ir unos dias a mi pueblo. No sé si estaré uno o dos o me vuelvo maana mismo, ya veré. Me echarás de menos, pero que yo también. Ya me acostumbré a este ratillo pensando qué pongo, que foto busco, que tiempo pierdo.
ResponderEliminarUn beso