martes, 7 de septiembre de 2010
EFECTOS SECUNDARIOS
Desconocía los efectos secundarios
que gozar de tu lucidez proporcionaba
y cubrí mi libertad con un tosco sudario
y dibujé mis pasos en la huella fría de tu pisada.
Y el veneno fue haciendo su trabajo
por los caminos venales del cerebro
mientras el corazón, latiendo en la placidez de tu regazo
proyectaba la huída hacia tu cuerpo.
Y me quedé sin órganos vitales.
Latía a través de ti, vivía de tu aliento,
andaba con tus pasos, usaba tus modales,
hablaba tus palabras, hacía mío tu acento.
Hasta que ya, deshabitado el mundo de la fantasía,
despoblado de recursos mi universo,
inconsecuente y vana, perdida la poesía,
vuelo rasante por lo superficial del amor y los besos.
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mira, ya no te digo nada, que luego me llamas exagerada,
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