Tras la mirada perdida de alguien que se cruza conmigo
por la calle, la mirada anónima y sonámbula, cientos de veces repetida,
la mirada seca, vacía o contagiada de amor, tras esos ojos que no volveré
a ver jamás en mi vida, irremediablemente y sin saberlo,
se pierde mi esperanza.
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