jueves, 26 de agosto de 2010

Una visita




hoy han venido a visitarme los recuerdos.
Los he visto llegar desde detrás del mundo
repartidos entre los puntos cardinales
como caballos de Troya audaces, vengativos.

Cada imagen de ayer era una sombra espesa que
se asombraba al ver cuánto ha cambiado el mundo.
La nostalgia se fue quedando siempre rezagada
en un tiempo pasado sin vistas al futuro.

Adivino lo que será de cada signo vencido sin remedio.
En estos años ha cambiado tanto el mundo…dicen los viejos.
Para batirnos en duelo contra el frio echamos al fuego
palabras en desuso como estacas y las cenizas las rescatan del olvido.
Y volvemos contra el calor al antiguo remedio del fresco en los zaguanes
y bebemos el agua invisible y remota, imposible olvidar, de los botijos.

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