domingo, 29 de agosto de 2010
EL GREMIO DE LOS SOLOS -(2ª PARTE. final)
Porqué al pensar en ti elijo estas palabras
Y no aquéllas que glosan tu lucha comunera
Es algo que seguro no compartes ni comprendas,
Pero afirmo, aunque discrepes de ello con vehemencia,
Que un día serás del Gremio de los Solos por mucho que no quieras,
Aunque sólo te ofrezcas en la anónima compañía del tumulto,
Y potencies la entrega cuando el fin es común y el bien acumulado.
Aquéllos conciliados en guerras de guerrillas
Que desconocen el favor de dar a otros un poco de su miedo
Y sólo saben darse en avalancha,
Olvidan compartir el dolor cuando se vuelve opresivo
Y ofrecerse al amigo sin reservas de ciego,
Mueren solos llorando ante un dolor inédito
Que acorrala su fe y los deja para siempre malheridos.
Por eso, al Ser que se entretiene y se despista
Ignorando su admisión al Gremio de los Solos
Tenemos el deber de recordarles que un Hombre solo, una Mujer,
No serán solo polvo, solo larva.
Y decirles, cuando la duda se argumente represiva:
Confía en mí, ven, no temas nada pues no te quiero mal.
Sólo te tengo bajo el punto de mira de mi alma.
Pero aún, y a pesar de todo eso, y aunque nunca te haga falta mi palabra,
Escucha lo que a Julia le dijo Goytisolo:
“Nunca te entregues ni te apartes junto al camino,
No digas nunca “no puedo más y aquí me quedo”…”
Tú no te quedes. Nunca.
(Nota: Este poema lo escribí hace algo así como veinte años. De vez en cuando sigo hablando como Goytisolo al misnmo tiempo que me creo Julia. Lo dediqué a alguien que no perteneció nunca al "Gremio de los solos", aunque a mí sí tuvo que decirme muchas veces, "nunca te entregues ni te apartes..."
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