lunes, 30 de agosto de 2010

NOCHE DE VERANO



Afuera quema. El aire lleva restos de metralla
camuflada en aliento subversivo
que brota del infierno como si fuera fuego.

De la luna se escapan lánguidas amapolas fluorescentes
que vienen a dormir sobre mis párpados
y los cierra al amparo de una noche apagada.

Que el silencio es olvido dicen los que saben
de olvidos y silencios. Pero el silencio es solo
un estado en vigilia, un duermevela, un lento
desgarro de la palabra que espera un gesto
para salir de cuentas, pedir auxilio, cantar, pedir perdón,
clamar justicia.

Y el olvido es negar la vivencia y olvidar que has vivido.

2 comentarios:

  1. Yo escribí una vez en una canción, que lo único que queda limpio es el silencio. Veo que estaba equivocada. Como siempre Lola, me gusta, me emociona, engancha. Menos mal que escribes a diario, así tengo algo que echarme al corazón.

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  2. Bueno, Amparo, yo no tengo porque estar en lo cierto y menos la poesía. Sin embargo, lo que dices es muy bonito. Hay limpieza en el silencio, a veces hay tanta como en una mañana en mitad del campo, sin asomo de contaminación. Podemos imaginarnos cómo sería un día del principio de los tiempos, siempre que el silencio que pensamos sea elegido y necesario.
    (Uy, que rollo)

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