sábado, 24 de marzo de 2012
YA NO RÍEN LOS RÍOS
Hace un rato estaba yo cazando moscas
olvidada de la metáfora del perro,
dormida en los laureles todavía
de cuando tenía un verso que llevarme a la boca
y los ríos bajaban caudalosos y risueños.
¿Y desde cuándo no ríen los ríos?
¿Pero alguna vez han reído los ríos?
Ya están pensando en mí las musarañas.
Me decía el perro cabizbajo y pensativo
sacudiendo las moscas
con la oscilante estructura de su rabo cansino.
Y yo le contestaba,
Sí, los ríos han reído a carcajadas,
pero ya no ríen los ríos
porque están atacados de malarias
por la fiebre del oro y del incienso
y la tala del bosque,
y la acción progresiva y vandálica del hombre.
Nuestra sociedad culpable se está quejando
indignada.
Indignante.
Y el perro me miraba pensativo
sin entenderse nada
y entornaba los párpados
hasta medio camino de sus ojos
cansados y sucios.
Mientras yo repetía a su silencio:
ya no ríen los ríos
con su risa clara y cristalina
a carcajada limpia
cuando bajan a raudal por la montaña.
Al rato seguía cazando moscas
asistiendo a la formación del mundo
irreal y fantástico de las musarañas.
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Esta desolación de la naturaleza metida en una conversación canina solo puede ser fruto de un mundo de musarañas fascinante.
ResponderEliminarSalud!
Creo reconocer en este funambulista que vive entre el cielo y la tierra a un amigo.
EliminarMuchas gracias por tus palabras
Un abrazo.