jueves, 30 de junio de 2011
LENGUAJE DE GESTOS
No te reconocí por el silencio,
No acostumbras a llegar tan hecho sombra,
vestido de fantasma, tan callado, sumiso,
tan austero.
No te reconocí por el silencio.
Te distingo en la bronca, en el golpe en la mesa,
en la apuesta de tahúr y pendenciero,
fanfarrón que nunca sabe nada
aunque lo sepa todo por supuesto.
No sé qué te ha pasado
pero no te conozco en el silencio.
Acaso te han dado a beber algún veneno
o alguien te puso ante tu propio pie una zancadilla
o quien sabe trajinar a los fantoches
te puso sin querer los huevos tiernos…
No sé qué te ha pasado. Pero qué maravilla
verte llegar así, carmelito descalzo, y sin decir ni mu
coger la silla y sentarte a comer desvaído y ausente
que más pareces alguien que te tomó prestada la sonrisa
que tú mismo sentado entre tu sombra y yo.
Ahora que eres ese desconocido que se sienta conmigo
a la mesa, que no te reconozco aunque estés a mi lado,
ahora que ni me dueles ni te duelo,
no sé qué hacer con esa silla que habla sola
acariciando un aire, una piel que no es mía.
No sé qué hacer contigo, desarmado y confeso.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario