Yo podría vivir sin pan y sin delicias vivo
y podría no conocer una canción
o no poner mensaje en mi poema
o no tener una casa o un rincón
para dormir por la noche a pierna suelta.
Yo podría no encontrar un trabajo
durante muchos años
y ser incapaz de demostrar mi audacia,
o podría no estudiar la carrera de mi vida
y enchufarme a un partido y ser política
coger lo que me den por hacer poco
y jurar que a fin de mes tampoco a mí me llega.
Yo podría ser feliz con lo que tengo,
es decir, nada.
Levantarme temprano, desperezarme a gusto,
tomarme un café solo edulcorado
con una leche hostil y condensada,
tomar las píldoras contra el enojo y el colesterol,
tragar indignación, fregarme con la rabia
y salir a pasear con el coraje bien atado a la correa.
Yo podría,
pero en lugar de eso
sigo con la manía de corregir el tiempo
y enchufo la radio y leo los diarios
y escucho los coloquios de la televisión.
Y el café que me tomo es pura rabia
y una cólera violenta me altera la tensión
y me encojo ahogada con ataques de hipo.
Yo podría callar y ser sumisa, creer lo que me cuentan
los políticos,
obedecer, rumiar, apretarme el cinturón de buena gana.
Pero soy intratable, terca, sincera y descarada.
Por eso grito.
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Por eso... y lo gritas tan bien, Lola. Me recordaste a Gloria Fuertes.
ResponderEliminarUn gran abrazo a gritos
Gracias, Eloy. Un orgullo eso de que te recuerde a Gloria Fuertes. (Ya se que me quieres)
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