lunes, 17 de octubre de 2011
...CON EL LUCERO DEL ALBA
El otro día soñé que corrían ciervos por tu frente
y que nacían sueños, espirales de trigo y de cebada
por el valle sin cercas ni arados de tu perfecto vientre,
y por la orilla firme de tus piernas crecían mis poemas
y luchaban por llegar hasta la fértil tierra prometida
de la estación de un tiempo en el que nadie duerme.
Y otro día soñé que el sueño se hacía realidad
y que se abría camino por las venas apretadas de los dientes,
que el otoño no existe, que el amor no se inventa,
que el sueño no se sueña, que la verdad no duele.
Mas no es sueño el sueño que soñé.
Es deseo lo que al sueño se le antoja
mientras duerme
cuando la realidad asoma su cara triste y fea y se sonroja.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario