lunes, 23 de abril de 2012
YA NO ME QUEDA NADA POR DECIR.
Se me han acabado las palabras
y no me queda nada por decir.
Ya no me quedan versos
ni poemas para darte.
Mi discurso agotado,
mi cansancio del alma,
mi repetido y pobre diccionario,
mis lugares comunes,
mi soledad preñada de tristeza
en esta tarde de toros
que mueren sin remedio
y por la fuerza…
La realidad del mapa de mi tiempo,
los colores iguales, repetidos del drama
estalla ante mis ojos
y me duelen,
me taponan la boca,
me inspiran la desgana.
Tantas cosas me duelen…
Las palabras han hecho
un nudo en mi garganta
y comprimen el discurrir del aire.
Las palabras se atropellan es mi frente
luchando desmedidas para salir indemnes
y volcarse sobre el papel inmaculado
que espera paciente en el azul del mapa.
Ya no me queda nada por decir,
más me resisto a continuar callada.
A duras penas ha salido a la luz
esta media docena de palabras
como fantasmas sin recursos cargados de cadenas.
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Cada día tiene su propio afán. Ya sé que es cita bíblica, pero es cierta. Y cada día nacerá la palabra adecuada en el momento preciso.
ResponderEliminar¿Tu crees? A veces la sequía es preocupante y tormentosa.
EliminarBesos
Todos los días tienen algo nuevo, solo hace falta mantener la mente y el alma siempre abiertos, y se reflejarán como un rayo de luz en un lago de aguas cristalinas.
ResponderEliminarBesos