miércoles, 25 de abril de 2012

ASÍ ES COMO ME QUITO LA TRISTEZA


Me quedé con la luz,
asumí el riesgo de proyectar la sombra,
busqué a mi amiga,
deletreé en el viento un par de estrofas
que me quedaron lindas
y olvidé luego,
callejeé sin rumbo a rumbo fijo,
aterricé sobre una plaza donde los niños
jugaban gritando emocionados
y las niñas picardeaban con sonrisas
a quien marcaba gol de la victoria.
Apoyé mi cansancio sobre el umbral
de un muro de ladrillos que contenía
el frío del silencio, y cerré los ojos
y escuché a la niña que fui
mientras jugaba al corro en otra plaza.
Miré a los viejos
que pernoctaban aun en el recuerdo
y los anuncios de neón se proyectaban
sobre la cartulina arrugada de mi sueño.

Bajé la voz para contarme un cuento.
Escribí tu nombre, un nombre cualquiera,
borré el vaho del cristal imaginario
donde te puse cara,
y después continué caminando calle abajo.

Mi amiga, porque me tiene confianza,
dijo que vaya forma de perder el tiempo,
y yo le contesté
que así es como me quito la tristeza.
Y me quedé tan ancha.



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1 comentario:

  1. Todo vale para ahuyentar la tristeza de nosotros, y tu metodo me ha parecido de una lógica aplastante.

    Besos

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