lunes, 9 de abril de 2012
COMO UN RICO PASTEL
La mañana despertó con un bostezo,
desperezó sus garras encogidas,
sacudió las alfombras de los besos
y todo se llenó de mariposas.
¡qué bella es la mañana!
Qué perfume, que intensidad la luz,
qué algarabía de pájaros, qué flores,
qué ruido elegido,
qué aroma de café tan delicioso…
La vida es bella, ¿ves?
Solo hay que ignorar lo que pasa detrás
de aquellos riscos,
lo que está lejos o cerca o duerme al lado;
solo hay que no enchufar la radio,
no leer el periódico,
tirar las llaves del coche en la cuneta,
olvidarte las gafas en el primer descuido
y no renovar jamás el sonotone.
Quedarte ciego, sordo, atontecerte,
adormecer una siesta de soliloquios mudos
y luego despertar igual que la mañana.
Un bostezo, un paseo, unas cuantas flexiones,
una alfombra de rojas amapolas
y un coro de pajarillos que saluden con trinos
ese mundo feliz por el que te deslizas
absolutamente bobo, transeúnte de todo,
absurdo figurín de conformismo,
blando y dulce como un rico pastel de boniato.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No por ignorar la realidad, ésta pasa de largo sin dejarnos su huella marcada en nuestro interior.
ResponderEliminarBesos
Ante todo, no me gusta el boniato y, por supuesto, creo, porque nunca la he probado, esa vida tan vacía.
ResponderEliminarQue nada, que las mariposas para los poemas, que la vida es otra cosa y en su variedad de matices está su don de asombrarnos. Eso sí, que la vida sea equitativa, que ya le vale...
Besos