Probablemente
nunca podré tener un jardín japonés
ni la primera edición de un premio Nobel
ni sabré a estas alturas
cómo hace el amor un argentino
ni podré comprar nunca un cuadro de Monet
ni pueda viajar hasta la luna.
Probablemente
cuando vaya a morir habré dejado
de vivir mil experiencias,
de conocer lugares y personas fascinantes,
de saber un poco más de cada cosa,
no habré escrito el poema perseguido
ni le habré dicho cuánto le amo a alguien
que también morirá con mis carencias.
Probablemente
hoy me duerma pensando que me fue bien el día
o en todo caso que pudo ser peor,
que estuvo bien de cualquier modo, y gracias
que la vida nos enseña a ser agradecidos,
porque al final de todo habré aprendido
que no se pueden pretender estrellas,
que es mejor conformarse con lo que llevas puesto.
Porque probablemente
llegar a ser feliz sea simplemente haber vivido.
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Si querida, somos afortunadas precioso poema!!!
ResponderEliminarVale,ésa es la idea,me parece.
ResponderEliminarVivir,que no es poco.
Y luego dicen que a volar como si fuéramos pétalos ,y luego nada.
Besos,precioso texto,como siempre.
(lo del argentino,cuestión de proponérselo...qué tal el señor Luppi?Tengo su teléfono...)
Ricardo Darin, plis. Luppi en su tiempo, pero ya es mayor para mí, ¿no crees?
EliminarGracias
Grcias, poética marta. Un beso. cuando quieras te espero por aquí, ya sabes.
ResponderEliminarVerdaderamente el vivir es toda una fortuna, todo lo demás que encontramos en el camino puede ser o ser.
ResponderEliminarBesos
EL POEMA DEL PERDEDOR
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